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Existe el mito de que al contratar un peritaje psicológico privado como cliente puedes conseguir que el peritaje diga lo que tú quieres, ¿es eso cierto?

Es innegable que una parte de los peritajes privados sí cae en estos trucos para conseguir clientes, pero la mayor parte de profesionales entendemos nuestra labor de otra manera y no queremos trabajar así. Nuestro papel en el sistema de justicia se basa precisamente en dar un criterio experto y objetivo, si no ofrecemos un apoyo fiable sobre el que se puedan tomar decisiones nuestra aportación pierde todo su sentido. Además, a nivel práctico, el mundo judicial no es tan grande, es fácil detectar quién trabaja de qué manera y tras varios casos quien no es objetivo acaba perdiendo credibilidad ante el juzgado.

Si quien paga es el cliente, ¿no puede decidir sobre qué está contratando?

Sí y no. Pague quien pague, el objetivo de cualquier informe pericial es informar al juzgado. La particularidad del peritaje psicológico privado está en que necesitamos avisar a la persona que nos contrata (a través de un consentimiento informado) de que cualquier información que nos dé puede ser trasladada al juzgado y necesitamos que consienta esos términos. Si alguien no se muestra de acuerdo con ello no es posible realizar un informe pericial.

Eso sí, tanto por protección de datos como por recomendación de los Colegios Oficiales de Psicología, el informe pericial no debería recoger información sensible que no esté relacionada con la evaluación pericial.

¿Cómo se puede saber si un peritaje privado es imparcial?
  1. No vamos “a comisión”. A nivel personal alegra mucho que una persona que te ha contratado al menos pueda recibir una indemnización importante por el daño que ha sufrido, pero alguien imparcial nunca va a condicionar el precio del informe a su resultado.
  2. Pedimos el pago antes de entregar el informe pericial. Si como perito elaboras un documento y lo entregas antes de cobrar, te expones a que quien te contrata no esté contento y quiera pagarte o no en función de si cambias tu informe.
  3. Son informes muy argumentados y tienen referencias bibliográficas. Un informe imparcial no puede quedarse en el criterio de quien lo hace, es necesario comprobar ese criterio con lo que muestra la realidad y apoyar las conclusiones en datos.
  4. Cualquier peritaje está sujeto a la crítica para comprobar que efectivamente se ha realizado de forma adecuada. Ante cualquier duda siempre es recomendable comprobar si un contrainforme psicológico es viable o no.
Entonces, ¿para qué pagar por un peritaje psicológico privado?

Según cada caso, el peritaje privado puede ofrecer muchos beneficios. Por ejemplo, la flexibilidad del peritaje privado permite profundizar en el daño que ha sufrido una víctima y acompañarla en su proceso a un nivel que no está al alcance de los equipos públicos. En estos casos hacer la inversión económica facilita que la indemnización posterior sea mayor y que todo el proceso pericial tenga un impacto reparador, lo que compensa con mucho el coste económico.

Puedes leer más sobre ello en mi sección de informes periciales psicológicos.